Max Alice

Lunes. Tan desesperante como todos los otros lunes del año. Terminaba de bostezar cuando entré a mi aula. Max se acercó...

—¡Feliz día de San Valentín!—exclamó y casi no pude distinguir la broma.

—¿Hoy es?—lo saludé, y me senté en el primer asiento que capturé vacio. No me percaté que Max me seguía hasta que se sentó a mi lado—¿A quién se supone que hay que saludar hoy?—no me contestó, probablemente confundió mi malhumor con una ironía.

Casi diez minutos después la profesora de Sociales comenzó a hablar del día de San Valentín, mi mente fue a recorrer otros pensamientos y me alejé de la clase profundamente. Volví cuando escuché varias risas y murmullos, la profesora estaba charlando con nosotros casi como una persona normal y algunos le respondían. Rápidamente entendí de la conversación que se trataba sobre las parejas del curso. Levanté la cabeza cuando mencionaron a Joshua. Lo miré por encima de mi hombro y no me sorprendió que seguido a Joshua mencionaban a su novia, Jennifer. Ambos se sentaban en la última fila. Me espanté al verla por primera vez en el día. Pensé que besarla debía ser como besar a una puerta y después uno quedaba como un payaso. Podía distinguirle las capas de maquillaje desde donde me encontraba y mientras la

observaba toda la clase se mordió el labio exageradamente rojo.

Volví la cabeza cuando escuché a alguien nombrar mi nombre... Todo esto pasó en el mismo segundo...

—Y Max y Alice son una quasi pareja.

—¿Una quasi pareja? —rió la profesora, sentí que incluso las personas sentadas atrás de mí me fulminaban con la mirada.

—¿De qué están hablando? —me hubiera gustado que salga de mi garganta algo más parecido a un grito, pero fue más un murmullo. Miré a Max. Estaba con el rostro ruborizado, tanto que parecían los labios de Jennifer, no me miró, supongo que no se animó a ver mi cara, debía ser igual o peor que la suya.