···
—¿Te puedo preguntar algo? —pregunté estúpidamente a Max en el recreo.
—No me gusta cómo dijiste eso... —rió.
—¿Qué tiene Jennifer?—me miró y vio que estaba mirando hacia ella y su grupo de amigas...
—No entiendo...
—Sí que entendés, ¿qué tiene de linda?
—Los ojos, la nariz pequeña, los labios grandes, el pelo...
—¡Basta! —grité para interrumpirlo, dejé de mirarla para mirarlo a él.
—¿Te puedo hacer una pregunta yo ahora? —asentí—¿Qué tiene Joshua? —no quería mirarlo pero no aguanté, giré el rostro hacia Joshua y pensé "Tiene todo" y dije:
—Nada. ¿Por?
—Te gusta—eso debía ser una pregunta. "No, me encanta"
—No. Basta, ¿qué tiene que ver con lo que estábamos hablando?
—¡No puedo creerlo!—exclamó para sí mismo.
Nos quedamos unos minutos en silencio, Max me miraba y yo miraba a Joshua.
—Todo es igual que el año pasado, ¿no?
—Me hiciste prometerte que no lo iba a repetir —me arrepentí por esa frase, pero ya la había dicho.
—No lo repetiste, antes era Mike y ahora es Joshua.
—Sé que me va a hacer mal, ¿por qué me pasa entonces? —me tomé la mandíbula con las manos sin dejar de mirar a Joshua. Max rió, siempre reía nervioso cuando las conversaciones nuestras se volvían muy femeninas.
Por segunda vez, volvimos a callarnos, Max resopló, aburrido...
—I feel sick—susurré, pero claramente me escuchó.
—Te voy a pegar, dejá de hablar en inglés.
—Hay frases que quedan mejor en inglés.
Aunque el patio del colegio estaba repleto, lo único que escuché fue mi respiración, cuando me di cuenta que estaba algo agitada... ¿nerviosa?
Siempre quise creer que el animal tenía ese sexto sentido premonitorio, que sentía algo en el aire, y yo, puedo jurar, lo sentí. Escuché los pulmones de mi amigo llenándose de aire y largándolo diciendo:
—I like you, Alice.
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